Tema 2 de
Literatura: la lírica (poesía) del siglo XX hasta 1939.
1.
El Modernismo.
Se
denomina Modernismo
al movimiento literario nacido en Hispanoamérica en el último
cuarto del siglo XIX y difundido en España por el poeta y diplomático nicaragüense Rubén
Darío a raíz de la
publicación de Prosas profanas
(1896). Como consecuencia del mismo, la poesía española de la época
va a consagrarse a la exaltación de la belleza,
adquiriendo un aire aristocrático
que se aparta de lo vulgar y de lo cotidiano. Esa exquisitez se
mostrará en los temas,
en el cuidado de la forma
y en el despliegue de elementos sensoriales
a lo largo del poema.
1.1.
Los temas del Modernismo.
Dos
líneas temáticas principales se
distinguen en el Modernismo:
a)
La línea escapista,
la más representativa de este movimiento, se caracteriza porque el
poeta, en su búsqueda de la belleza, se refugia en mundos
raros y cosmopolitas:
lugares exóticos y lejanos (Japón, Grecia, París, etc.) y épocas
antiguas (la
Edad Media, el Renacimiento).
Se construyen palacios, jardines, pagodas, por los que desfilan
princesas, guerreros legendarios, cisnes, ninfas y sátiros.
b)
La línea intimista muestra el malestar del poeta
ante lo que le rodea: el amor y el mundo son vistos con ojos
melancólicos y hay un deseo de plenitud que resulta irrealizable.
Todo ello se enmarca en paisajes otoñales o solitarios jardines
crepusculares.
1.2.
El estilo y la
métrica.
Los
poetas modernistas, para conseguir la ansiada belleza, recurren a
todas las posibilidades que el lenguaje les ofrece: la
musicalidad, el cromatismo, el
simbolismo, la utilización de un léxico muy
rico (neologismos, cultismos, arcaísmos). Utilizan además
imágenes audaces y frecuentes sinestesias.
Destaca
su habilidad en el uso de la métrica, en la que, aunque siguen
empleando los versos de más tradición (octosílabos
y endecasílabos), se inclinan por metros poco
habituales hasta entonces como el alejandrino, el
dodecasílabo o el eneasílabo.
1.3.
Los poetas
modernistas españoles.
A
Rubén Darío,
a pesar de ser nicaragüense, se le incluye en las historias de la
literatura española por su decisivo papel en la implantación del
Modernismo en España. Sus obras más importantes son Azul,
en el que sobresale el empleo de símbolos como el cisne, encarnación
del ideal poético de Rubén, Prosas profanas,
que representa la
plenitud de la línea de evasión cosmopolita, y Cantos
de vida y esperanza,
con una poesía más
íntima y preocupada por el hombre. Ahora bien, las
genuinas figuras de la poesía modernista española son Antonio
Machado y
Juan Ramón Jiménez, y
ello aunque uno y otro evolucionaran en etapas posteriores de su
creación hacia otros postulados estéticos.
1.4.
Antonio Machado.
Nació en Sevilla
en 1875. Fue catedrático de francés e impartió clases en Soria, en
Baeza, Segovia y finalmente en Madrid. Enviudó un año después de
casarse, y este desgraciado hecho marcó profundamente su carácter y
su poesía. Murió en el exilio en Francia en 1939.
En su producción
poética se pueden diferenciar tres etapas:
- la primera etapa, de clara influencia modernista, está representada por su libro Soledades, galerías y otros poemas, obra caracterizada por su tono intimista y por la presencia de temas como el tiempo, la muerte y la soledad, desarrollados mediante símbolos como el camino, la fuente o la tarde.
- en la segunda etapa desaparece la influencia de Rubén Darío y domina la preocupación por España. A esta etapa pertenece Campos de Castilla, libro en el que el canto al paisaje castellano se mezcla con el desasosiego y la crítica por la decadencia de España. En algunos poemas como en “A un olmo seco” aparece el dolor por la muerte de su mujer.
- la tercera etapa, en la que aparece su libro Nuevas canciones, se caracteriza por el predominio de las preocupaciones filosóficas y sociales.
- la primera etapa, de clara influencia modernista, está representada por su libro Soledades, galerías y otros poemas, obra caracterizada por su tono intimista y por la presencia de temas como el tiempo, la muerte y la soledad, desarrollados mediante símbolos como el camino, la fuente o la tarde.
- en la segunda etapa desaparece la influencia de Rubén Darío y domina la preocupación por España. A esta etapa pertenece Campos de Castilla, libro en el que el canto al paisaje castellano se mezcla con el desasosiego y la crítica por la decadencia de España. En algunos poemas como en “A un olmo seco” aparece el dolor por la muerte de su mujer.
- la tercera etapa, en la que aparece su libro Nuevas canciones, se caracteriza por el predominio de las preocupaciones filosóficas y sociales.
1.5.
Juan Ramón Jiménez.
Nació en Moguer (Huelva) en 1881. Fue una persona marcada por una extrema sensibilidad. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1956.
Su
trayectoria poética está marcada por su total dedicación a
la poesía y a la búsqueda constante de la belleza.
En dicha trayectoria pueden distinguirse las siguientes etapas:
-
La etapa sensitiva,
que comprende
sus comienzos neorrománticos,
de clara inspiración becqueriana, como puede verse en su libro Arias
tristes. Más tarde recibe
la influencia del Modernismo,
innegable en obras como La soledad sonora,
en la que destacan rasgos como el colorido, la adjetivación
brillante y el uso de versos alejandrinos.
-
La
etapa
intelectual,
representada por el Diario
de un poeta recién casado.
En ella, Juan Ramón abre el camino a la poesía
pura:
el lenguaje se condensa para nombrar lo esencial de las cosas y la
estructura del poema se simplifica para hacer transparentes las
sensaciones.
-
La etapa
suficiente,
desarrollada en el exilio y recogida en dos libros fundamentales: La
estación total y
Dios deseado y deseante.
En ella, su poesía se hace cada vez más trascendente, hasta
desembocar en lo metafísico e incluso en cierto misticismo.
Juan
Ramón sobresale también como prosista en libros como Platero
y yo, escrito en un
lenguaje modernista.
2.
El Vanguardismo.
Con
esa denominación se alude a los movimientos artísticos
que tienen lugar en Europa entre las dos guerras mundiales
y cuyo objetivo es innovar las artes, acabando con los
restos del arte antiguo. Entre ellos, podemos destacar los
siguientes:
-
el Futurismo proclama la ruptura radical con el
pasado y alaba las conquistas de la técnica.
Su lenguaje suprimirá los nexos sintácticos y los signos de
puntuación para conseguir dinamismo.
-
el Dadaísmo propugna, frente a la razón, liberar
la fantasía y crear un lenguaje incoherente,
siguiendo su gusto por la
provocación y el escándalo.
-
el Surrealismo, para el que el ser humano no podrá
alcanzar la libertad absoluta hasta liberar los impulsos
reprimidos en el subconsciente, defiende la escritura
automática, en la que el autor transcribe inmediatamente lo
que le viene a la mente sin ningún tipo de autocensura.
2.1.
El Vanguardismo en
España.
Las
inquietudes renovadoras europeas se conocieron casi inmediatamente en
España gracias a la labor difusora de Ramón Gómez de
la Serna, quien, aún sin
cultivar la poesía, y gracias a los atrevimientos metafóricos de
sus greguerías
y su concepción de la literatura como arte autónomo, ejerció una
influencia decisiva en los ismos hispanos
y en la Generación del 27.
Entre tales ismos hispanos
sobresalen:
-
el Creacionismo,
para el que el arte debe actuar a semejanza de la naturaleza, es
decir, no imitando
sino creando una realidad nueva no existente antes,
de forma que el poema se explique por sí mismo, y no por referencia
al mundo exterior. En España su principal representante será
Gerardo Diego.
-
el Ultraísmo,
en cuyas obras aparecen imágenes
y metáforas irracionales
en disposición tipográfica a modo de caligramas;
entre los ultraístas destacan Guillermo de la Torre
y el ya nombrado Ramón Gómez de la Serna.
3.
La Generación del
27.
Se denomina
Generación del 27 a un grupo de escritores que
publican sus obras más representativas entre 1920 y 1935,
y que se reúnen en torno a la Residencia de Estudiantes
de Madrid. El nombre surge a raíz de la celebración del tercer
centenario de la muerte de Góngora, que tuvo lugar en el
Ateneo de Sevilla en 1927 y en la que participaron muchos de los
poetas del grupo. Pertenecen a esta generación Pedro Salinas,
Jorge Guillén,
Vicente Aleixandre,
Gerardo Diego,
Dámaso Alonso,
Luis Cernuda,
Rafael Alberti y
Federico García Lorca.
3.1.
Características de la Generación del 27.
Los poetas de la
Generación del 27 se caracterizan por:
- cultivar
tanto la poesía tradicional como la poesía vanguardista
representada por los ismos (creacionismo, ultraísmo,
surrealismo): por un lado, resulta innegable la influencia de la
literatura clásica española, tanto culta como popular, posterior al
siglo XV (el Romancero, la poesía de cancionero, Garcilaso de la
Vega; Góngora, Bécquer). Por otra parte, el influjo de J. R.
Jiménez y de los ismos se observa en
ciertos temas, en la innovadora disposición tipográfica de algunos
poemas y en la desaparición de la métrica clásica, que será
sustituida por el versículo.
- cultivo
intenso de la imagen y la metáfora: los miembros del grupo
crean un lenguaje poético brillante y sugerente alejado de la lengua
corriente.
- innovación
métrica: utilizan con frecuencia el versículo
(versos sin medida ni rima) junto a estrofas tradicionales
(soneto, cuarteto, romance, etc.).
- variedad
temática: al lado de temas vanguardistas,
relacionados con la técnica, lo moderno y lo intelectualizado,
recuperan temas tradicionales, como el amor, la muerte
o el paisaje.
3.2. Etapas
de la Generación del 27.
- La primera
etapa abarca hasta 1927, y se caracteriza por la influencia
de las vanguardias y de la poesía pura de J. Ramón
Jiménez. Los rasgos de este período son la preocupación
por conseguir la belleza total del poema, la depuración
del lenguaje y
la experimentación. Pero por otro lado se percibe el
peso de la lírica tradicional, sobre todo en los
primeros libros (Marinero en tierra, de Alberti, Romancero
gitano, de García Lorca, Versos humanos, de Gerardo
Diego).
- En la
segunda etapa, de 1927 a la Guerra Civil, las circunstancias
históricas de España (el final de la dictadura de Primo de Rivera,
la crisis económica de 1929, la instauración de la República...)
llevan a la mayoría de los autores -bajo la influencia
de Pablo Neruda, residente en esa época en nuestro país- a
adoptar una actitud de compromiso social. Surge así una
preocupación creciente por los sentimientos humanos
(la libertad, el amor, la angustia existencial, los sueños...)
- En la
tercera etapa, comenzada tras la Guerra Civil, el grupo se
dispersa: algunos poetas, como F. García Lorca, han muerto; otros,
como Salinas, Alberti y Cernuda, se exilian, y finalmente otros
permanecen en España, como es el caso de Aleixandre y Gerardo Diego.
La evolución personal de cada uno les encamina hacia estéticas
muy distintas, aunque todos coinciden en retomar los temas
humanos, agudizados por el sufrimiento de la guerra y sus
consecuencias (miseria, censura, exilio, nostalgia de la tierra
perdida).
3.3. Autores
de la Generación del 27.
- Pedro
Salinas destaca como poeta de temática
amorosa, en sus obras La
voz a ti debida y
Razón de amor.
-Jorge
Guillén es representante más destacado de la poesía
pura dentro de la generación. Sobresalen sus libros
Cántico y
Clamor.
- Vicente
Aleixandre parte de un concepto pesimista del
mundo (La destrucción o el amor) para cultivar
posteriormente la poesía solidaria (Historia
del corazón).
- Gerardo
Diego sobresale por su maestría para cultivar tanto la
poesía vanguardista, representada por Manual de
espumas,
como la poesía más clásica y humana, plasmada en
sus Versos humanos.
- Dámaso
Alonso se interesa por hallar respuestas al problema
existencial del vivir humano en libros como Hijos de
la ira.
- Luis
Cernuda concibe el mundo como un choque permanente
entre los anhelos del ser humano y las trabas
sociales, lo que se resume en el título que da nombre a toda
su obra, La realidad y el deseo.
- Rafael
Alberti recorre varias líneas poéticas a lo largo de su
obra. En sus primeras obras, como Marinero en tierra,
sigue los modelos de la lírica popular. El surrealismo
le sirve de medio de expresión de la angustia existencial del
hombre en Sobre los ángeles, escrita en
versículos. La nostalgia del exilio está presente en
Retornos de lo vivo lejano. Alberti fue además un gran
prosista, como atestigua su libro de memorias La arboleda
perdida.
- Federico
García Lorca es un autor de grandes contrastes: se unen en
su poesía lo culto y lo popular, lo
tradicional y lo vanguardista. Lorca
trata de expresar el dolor de “la Andalucía del llanto” en sus
primeros libros, Poema del cante jondo
y Romancero gitano.
Recurre al surrealismo
para expresar sus inquietudes sociales en Poeta en Nueva
York, en el que expone su
angustia ante la civilización moderna. Sus últimas obras, Diván
del Tamarit, de influencia
árabe, Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías,
prodigiosa elegía a un torero amigo, y los Sonetos del
amor oscuro, muestran un
profundo sentimiento del dolor humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.